Publicado por: Patricia Sandino Ch.
Éste es un texto que me llega de Romy para darnos a conocer la mirada de Laitman y el Cábala en éste blog.
Resumen: ¿Hay una lección más profunda en el núcleo del colapso financiero actual? ¿Podemos utilizar la actual crisis para estimular un cambio permanente en nuestro enfoque hacia la vida?
Algunos de nosotros observamos los extraños acontecimientos en los mercados financieros y sus efectos en los fondos mercantiles, pero sólo movemos la cabeza y nos impresionamos. Otros tenemos un riesgo mucho más personal en este asunto. Quizá hayamos visto disminuir nuestras cuentas de retiro y nos preguntemos cómo sustentaremos nuestra jubilación. Quizá nuestros fondos se pierdan de manera lo suficientemente dramática como para causarnos noches en vela y depresión. Quizá te encuentras postergando la compra de la nueva casa que siempre habías soñado, o incluso peor, quizá la casa de tus sueños esté siendo devuelta al banco y te preguntes dónde dormirá tu familia mañana.
Hay muchas opiniones acerca de las causas del colapso de los mercados financieros en los Estados Unidos y sus potenciales ramificaciones en todo el mundo. ¿Será que las directivas y los altos ejecutivos comparten su culpa por centrarse sólo en ellos mismos? En todo caso, no fueron los únicos en hacer dinero. La búsqueda de dinero fácil o quick dollar fluyó por todos lados. La codicia corrió desenfrenadamente. Muchas personas compraron casas porque vieron que se hacía tanto dinero que no quisieron quedar afuera.
Como hemos visto muy a menudo en el pasado y recientemente en la “Burbuja de Internet”, todas las especulaciones llegan a su fin cuando no hay ninguna base real. Cuando se hace dinero en proporciones tan irreales, sin ninguna base sólida, todo lo que sube debe bajar.
En la raíz de todo esto está el egoísmo y su deseo de placer para “mí”. Vivimos en una cultura que glorifica la riqueza, la fama y el poder a pesar de toda la evidencia contraria de que éstos dan felicidad. Todos podríamos estar de acuerdo en que la falta de dinero puede causar tristeza, ¿pero puede alguien señalar algún estudio que relacione la riqueza con la felicidad? .Todo lo que tenemos que hacer es observar las vidas de los ricos y famosos y ver la miseria que se provocan a sí mismos y a los demás.
Se dice que se necesita un acontecimiento emocional significativo para generar un cambio. ¿Nuestra actual situación financiera podría provocar un acontecimiento así? ¿Es posible que estemos comenzando a ver que esta codicia no es buena? ¿Es posible que estemos comenzando a ver que la felicidad no está relacionada con la riqueza, la fama y el poder? ¿Y si el exceso llegara a ser vergonzoso? ¿Y si enaltecemos a la gente que es “desinteresada” y degradamos a los “interesados”? ¿Cómo sería el mundo si cada uno le diera más importancia a los demás y no sólo a nosotros mismos?
Este concepto es un principio básico en la Cabalá auténtica. Por eso ha llegado la hora de revelar esta sabiduría ancestral, de manera que cumplamos la regla “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
En realidad, es mejor dar que recibir. Toma un momento para cerrar tus ojos e imaginar todas las posibilidades y potencial si todos nos centráramos en ayudarnos unos a otros. ¿Qué parecería nuestro mundo? ¿Cómo se sentiría ser parte de un todo
maravilloso? Unidad
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jueves, 7 de mayo de 2009
Crisis Financiera: Un estímulo para el cambio
Publicado por: Patricia Sandino Ch.
Éste es un texto que me llega de Romy para darnos a conocer la mirada de Laitman y el Cábala en éste blog.
Resumen: ¿Hay una lección más profunda en el núcleo del colapso financiero actual? ¿Podemos utilizar la actual crisis para estimular un cambio permanente en nuestro enfoque hacia la vida?
Algunos de nosotros observamos los extraños acontecimientos en los mercados financieros y sus efectos en los fondos mercantiles, pero sólo movemos la cabeza y nos impresionamos. Otros tenemos un riesgo mucho más personal en este asunto. Quizá hayamos visto disminuir nuestras cuentas de retiro y nos preguntemos cómo sustentaremos nuestra jubilación. Quizá nuestros fondos se pierdan de manera lo suficientemente dramática como para causarnos noches en vela y depresión. Quizá te encuentras postergando la compra de la nueva casa que siempre habías soñado, o incluso peor, quizá la casa de tus sueños esté siendo devuelta al banco y te preguntes dónde dormirá tu familia mañana.
Hay muchas opiniones acerca de las causas del colapso de los mercados financieros en los Estados Unidos y sus potenciales ramificaciones en todo el mundo. ¿Será que las directivas y los altos ejecutivos comparten su culpa por centrarse sólo en ellos mismos? En todo caso, no fueron los únicos en hacer dinero. La búsqueda de dinero fácil o quick dollar fluyó por todos lados. La codicia corrió desenfrenadamente. Muchas personas compraron casas porque vieron que se hacía tanto dinero que no quisieron quedar afuera.
Como hemos visto muy a menudo en el pasado y recientemente en la “Burbuja de Internet”, todas las especulaciones llegan a su fin cuando no hay ninguna base real. Cuando se hace dinero en proporciones tan irreales, sin ninguna base sólida, todo lo que sube debe bajar.
En la raíz de todo esto está el egoísmo y su deseo de placer para “mí”. Vivimos en una cultura que glorifica la riqueza, la fama y el poder a pesar de toda la evidencia contraria de que éstos dan felicidad. Todos podríamos estar de acuerdo en que la falta de dinero puede causar tristeza, ¿pero puede alguien señalar algún estudio que relacione la riqueza con la felicidad? .Todo lo que tenemos que hacer es observar las vidas de los ricos y famosos y ver la miseria que se provocan a sí mismos y a los demás.
Se dice que se necesita un acontecimiento emocional significativo para generar un cambio. ¿Nuestra actual situación financiera podría provocar un acontecimiento así? ¿Es posible que estemos comenzando a ver que esta codicia no es buena? ¿Es posible que estemos comenzando a ver que la felicidad no está relacionada con la riqueza, la fama y el poder? ¿Y si el exceso llegara a ser vergonzoso? ¿Y si enaltecemos a la gente que es “desinteresada” y degradamos a los “interesados”? ¿Cómo sería el mundo si cada uno le diera más importancia a los demás y no sólo a nosotros mismos?
Este concepto es un principio básico en la Cabalá auténtica. Por eso ha llegado la hora de revelar esta sabiduría ancestral, de manera que cumplamos la regla “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
En realidad, es mejor dar que recibir. Toma un momento para cerrar tus ojos e imaginar todas las posibilidades y potencial si todos nos centráramos en ayudarnos unos a otros. ¿Qué parecería nuestro mundo? ¿Cómo se sentiría ser parte de un todo maravilloso? Unidad
Éste es un texto que me llega de Romy para darnos a conocer la mirada de Laitman y el Cábala en éste blog.
Resumen: ¿Hay una lección más profunda en el núcleo del colapso financiero actual? ¿Podemos utilizar la actual crisis para estimular un cambio permanente en nuestro enfoque hacia la vida?
Algunos de nosotros observamos los extraños acontecimientos en los mercados financieros y sus efectos en los fondos mercantiles, pero sólo movemos la cabeza y nos impresionamos. Otros tenemos un riesgo mucho más personal en este asunto. Quizá hayamos visto disminuir nuestras cuentas de retiro y nos preguntemos cómo sustentaremos nuestra jubilación. Quizá nuestros fondos se pierdan de manera lo suficientemente dramática como para causarnos noches en vela y depresión. Quizá te encuentras postergando la compra de la nueva casa que siempre habías soñado, o incluso peor, quizá la casa de tus sueños esté siendo devuelta al banco y te preguntes dónde dormirá tu familia mañana.
Hay muchas opiniones acerca de las causas del colapso de los mercados financieros en los Estados Unidos y sus potenciales ramificaciones en todo el mundo. ¿Será que las directivas y los altos ejecutivos comparten su culpa por centrarse sólo en ellos mismos? En todo caso, no fueron los únicos en hacer dinero. La búsqueda de dinero fácil o quick dollar fluyó por todos lados. La codicia corrió desenfrenadamente. Muchas personas compraron casas porque vieron que se hacía tanto dinero que no quisieron quedar afuera.
Como hemos visto muy a menudo en el pasado y recientemente en la “Burbuja de Internet”, todas las especulaciones llegan a su fin cuando no hay ninguna base real. Cuando se hace dinero en proporciones tan irreales, sin ninguna base sólida, todo lo que sube debe bajar.
En la raíz de todo esto está el egoísmo y su deseo de placer para “mí”. Vivimos en una cultura que glorifica la riqueza, la fama y el poder a pesar de toda la evidencia contraria de que éstos dan felicidad. Todos podríamos estar de acuerdo en que la falta de dinero puede causar tristeza, ¿pero puede alguien señalar algún estudio que relacione la riqueza con la felicidad? .Todo lo que tenemos que hacer es observar las vidas de los ricos y famosos y ver la miseria que se provocan a sí mismos y a los demás.
Se dice que se necesita un acontecimiento emocional significativo para generar un cambio. ¿Nuestra actual situación financiera podría provocar un acontecimiento así? ¿Es posible que estemos comenzando a ver que esta codicia no es buena? ¿Es posible que estemos comenzando a ver que la felicidad no está relacionada con la riqueza, la fama y el poder? ¿Y si el exceso llegara a ser vergonzoso? ¿Y si enaltecemos a la gente que es “desinteresada” y degradamos a los “interesados”? ¿Cómo sería el mundo si cada uno le diera más importancia a los demás y no sólo a nosotros mismos?
Este concepto es un principio básico en la Cabalá auténtica. Por eso ha llegado la hora de revelar esta sabiduría ancestral, de manera que cumplamos la regla “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
En realidad, es mejor dar que recibir. Toma un momento para cerrar tus ojos e imaginar todas las posibilidades y potencial si todos nos centráramos en ayudarnos unos a otros. ¿Qué parecería nuestro mundo? ¿Cómo se sentiría ser parte de un todo maravilloso? Unidad
miércoles, 29 de abril de 2009
Corto y largo plazo - Crisis
Publicado por: Patricia Sandino Ch.
Ante la actual situación económica mucha gente ha aclarado muchos conceptos e incluso ha habido bastantes que han pasado de la apatía por los asuntos financieros a crear teorías sobre el por qué y establecer hipótesis de todo tipo sobre lo que vendrá. A mi me agrada que el asunto económico despierte interés y si esta crisis sirve para que estemos mejor formados y mejor informados, a nivel particular y global, eso que habremos ganado. Pero esto es como la bolsa, si no se va en plan humilde acabas escaldado.
En la Gran Depresión se habló de crisis bancaria, unos 10 mil de los 25 mil bancos existentes en 1929 en los EUA desaparecieron durante los siguientes cuatro años, mediante procesos de quiebra, fusión o liquidación.
Con esto quiero decir que, aunque es posible que a largo plazo estemos tan mal es absurdo a corto plazo estar con la cantinela de sacar los ahorros del banco y meterlos debajo del colchón. Ese es un buen ejemplo del pánico que no nos lleva a ninguna parte: ignoro si llegaremos a estar tan mal como en la Gran Depresión pero estamos muy lejos -en el tiempo- de ella.
Por supuesto a corto plazo puedan pasar muchas cosas y muy malas, ya hemos visto que en el primer trimestre de 2009 han perdido su trabajo miles de personas! cada día, sólo en nuestro país, pero hay que diferenciar lo que puede pasar en los próximos meses, (puede que nuevos mínimos bursátiles, puede que haya quiebras bancarias, puede haber deflación etc.), que es para lo que tenemos que estar preparados, a lo que podría pasar si la crisis se alarga mucho en el tiempo, para lo que es inútil prepararse demasiado y caer en el pánico ya que esa actitud negativa no lleva a ninguna parte.
Y es que en el largo plazo lo que puede ocurrir es imprevisible, y me resulta curioso que todos, los optimistas y los pesimistas, están seguros de que vamos a salir de la crisis … unos antes y otros después, pero tienen todos esa cualidad tan humana de pensar que por supuesto iremos a mejor … Y es verdad, nadie piensa… ”dentro de 5 años estaré peor” y eso se traduce en creer que el mundo irá a mejor, hasta el más pesimista lo cree y coincide en que se saldrá de ésta.
Pero, digo que se exagera en la percepción a corto plazo de los problemas que pueden venir, disiento de esa confianza en el futuro. A mi eso me suena como el que dice que a largo plazo la bolsa siempre sube … pero olvida que hay valores que han desaparecido del mapa o incluso, bolsas que se han volatilizado como el mercado de valores ruso tras la Revolución de 1917.
También tenemos una falsa impresión acerca de la fortaleza de los estados, cuando no hace tanto de problemas en los pagos de muchos de ellos, sólo en los últimos 25 años en América: Costa Rica, Argentina (2 veces), República Dominicana, Ecuador, Bolivia (2 veces), Guatemala, Paraguay (2 veces), Panamá, Perú, Uruguay (3 veces), Venezuela (3 veces) han tenido problemas en los pagos de sus deudas, de las cuales 4 han sido en este siglo. Por supuesto, los estados de la Unión Europea están muy bien situados a corto plazo, nos demuestra que en el mundo económico las posibilidades de quiebra están muy presentes.
Es decir, creo que hay demasiada exageración de lo que puede pasar en el mundo económico a corto plazo y sin embargo una confianza optimista en el futuro basada más en nuestra forma de ser, que en razones objetivas.
Dar por hecho que saldremos de ésta, es muy humano y es lo más probable pero puede que sea una osadía, en la historia de la humanidad ha habido periodos de gran retroceso de la calidad de vida y no hace falta irse a la Edad Media.
No debemos caer en el pánico ni colocar en un horizonte cercano algo que -de pasar- sólo pasaría a largo plazo. Pero también creo que conviene recordar que si es cierto que esta crisis se parece a la de 1929 y entramos en una Gran Depresión, podemos estar décadas sin mejorar e incluso podemos llegar a escenarios bélicos o revoluciones sociales que rompan todos nuestros esquemas. Esto es sólo una
posibilidad, hoy por hoy, remota o de bajo cumplimiento, pero que podría darse.
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Ante la actual situación económica mucha gente ha aclarado muchos conceptos e incluso ha habido bastantes que han pasado de la apatía por los asuntos financieros a crear teorías sobre el por qué y establecer hipótesis de todo tipo sobre lo que vendrá. A mi me agrada que el asunto económico despierte interés y si esta crisis sirve para que estemos mejor formados y mejor informados, a nivel particular y global, eso que habremos ganado. Pero esto es como la bolsa, si no se va en plan humilde acabas escaldado.
En la Gran Depresión se habló de crisis bancaria, unos 10 mil de los 25 mil bancos existentes en 1929 en los EUA desaparecieron durante los siguientes cuatro años, mediante procesos de quiebra, fusión o liquidación.
Con esto quiero decir que, aunque es posible que a largo plazo estemos tan mal es absurdo a corto plazo estar con la cantinela de sacar los ahorros del banco y meterlos debajo del colchón. Ese es un buen ejemplo del pánico que no nos lleva a ninguna parte: ignoro si llegaremos a estar tan mal como en la Gran Depresión pero estamos muy lejos -en el tiempo- de ella.
Por supuesto a corto plazo puedan pasar muchas cosas y muy malas, ya hemos visto que en el primer trimestre de 2009 han perdido su trabajo miles de personas! cada día, sólo en nuestro país, pero hay que diferenciar lo que puede pasar en los próximos meses, (puede que nuevos mínimos bursátiles, puede que haya quiebras bancarias, puede haber deflación etc.), que es para lo que tenemos que estar preparados, a lo que podría pasar si la crisis se alarga mucho en el tiempo, para lo que es inútil prepararse demasiado y caer en el pánico ya que esa actitud negativa no lleva a ninguna parte.
Y es que en el largo plazo lo que puede ocurrir es imprevisible, y me resulta curioso que todos, los optimistas y los pesimistas, están seguros de que vamos a salir de la crisis … unos antes y otros después, pero tienen todos esa cualidad tan humana de pensar que por supuesto iremos a mejor … Y es verdad, nadie piensa… ”dentro de 5 años estaré peor” y eso se traduce en creer que el mundo irá a mejor, hasta el más pesimista lo cree y coincide en que se saldrá de ésta.
Pero, digo que se exagera en la percepción a corto plazo de los problemas que pueden venir, disiento de esa confianza en el futuro. A mi eso me suena como el que dice que a largo plazo la bolsa siempre sube … pero olvida que hay valores que han desaparecido del mapa o incluso, bolsas que se han volatilizado como el mercado de valores ruso tras la Revolución de 1917.
También tenemos una falsa impresión acerca de la fortaleza de los estados, cuando no hace tanto de problemas en los pagos de muchos de ellos, sólo en los últimos 25 años en América: Costa Rica, Argentina (2 veces), República Dominicana, Ecuador, Bolivia (2 veces), Guatemala, Paraguay (2 veces), Panamá, Perú, Uruguay (3 veces), Venezuela (3 veces) han tenido problemas en los pagos de sus deudas, de las cuales 4 han sido en este siglo. Por supuesto, los estados de la Unión Europea están muy bien situados a corto plazo, nos demuestra que en el mundo económico las posibilidades de quiebra están muy presentes.
Es decir, creo que hay demasiada exageración de lo que puede pasar en el mundo económico a corto plazo y sin embargo una confianza optimista en el futuro basada más en nuestra forma de ser, que en razones objetivas.
Dar por hecho que saldremos de ésta, es muy humano y es lo más probable pero puede que sea una osadía, en la historia de la humanidad ha habido periodos de gran retroceso de la calidad de vida y no hace falta irse a la Edad Media.
No debemos caer en el pánico ni colocar en un horizonte cercano algo que -de pasar- sólo pasaría a largo plazo. Pero también creo que conviene recordar que si es cierto que esta crisis se parece a la de 1929 y entramos en una Gran Depresión, podemos estar décadas sin mejorar e incluso podemos llegar a escenarios bélicos o revoluciones sociales que rompan todos nuestros esquemas. Esto es sólo una
posibilidad, hoy por hoy, remota o de bajo cumplimiento, pero que podría darse.
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CORTO Y LARGO PLAZO - CRISIS
Publicado por: Patricia Sandino Ch.
Ante la actual situación económica mucha gente ha aclarado muchos conceptos e incluso ha habido bastantes que han pasado de la apatía por los asuntos financieros a crear teorías sobre el por qué y establecer hipótesis de todo tipo sobre lo que vendrá. A mi me agrada que el asunto económico despierte interés y si esta crisis sirve para que estemos mejor formados y mejor informados, a nivel particular y global, eso que habremos ganado. Pero esto es como la bolsa, si no se va en plan humilde acabas escaldado.
En la Gran Depresión se habló de crisis bancaria, unos 10 mil de los 25 mil bancos existentes en 1929 en los EUA desaparecieron durante los siguientes cuatro años, mediante procesos de quiebra, fusión o liquidación.
Con esto quiero decir que, aunque es posible que a largo plazo estemos tan mal es absurdo a corto plazo estar con la cantinela de sacar los ahorros del banco y meterlos debajo del colchón. Ese es un buen ejemplo del pánico que no nos lleva a ninguna parte: ignoro si llegaremos a estar tan mal como en la Gran Depresión pero estamos muy lejos -en el tiempo- de ella.
Por supuesto a corto plazo puedan pasar muchas cosas y muy malas, ya hemos visto que en el primer trimestre de 2009 han perdido su trabajo miles de personas! cada día, sólo en nuestro país, pero hay que diferenciar lo que puede pasar en los próximos meses, (puede que nuevos mínimos bursátiles, puede que haya quiebras bancarias, puede haber deflación etc.), que es para lo que tenemos que estar preparados, a lo que podría pasar si la crisis se alarga mucho en el tiempo, para lo que es inútil prepararse demasiado y caer en el pánico ya que esa actitud negativa no lleva a ninguna parte.
Y es que en el largo plazo lo que puede ocurrir es imprevisible, y me resulta curioso que todos, los optimistas y los pesimistas, están seguros de que vamos a salir de la crisis … unos antes y otros después, pero tienen todos esa cualidad tan humana de pensar que por supuesto iremos a mejor … Y es verdad, nadie piensa… ”dentro de 5 años estaré peor” y eso se traduce en creer que el mundo irá a mejor, hasta el más pesimista lo cree y coincide en que se saldrá de ésta.
Pero, digo que se exagera en la percepción a corto plazo de los problemas que pueden venir, disiento de esa confianza en el futuro. A mi eso me suena como el que dice que a largo plazo la bolsa siempre sube … pero olvida que hay valores que han desaparecido del mapa o incluso, bolsas que se han volatilizado como el mercado de valores ruso tras la Revolución de 1917.
También tenemos una falsa impresión acerca de la fortaleza de los estados, cuando no hace tanto de problemas en los pagos de muchos de ellos, sólo en los últimos 25 años en América: Costa Rica, Argentina (2 veces), República Dominicana, Ecuador, Bolivia (2 veces), Guatemala, Paraguay (2 veces), Panamá, Perú, Uruguay (3 veces), Venezuela (3 veces) han tenido problemas en los pagos de sus deudas, de las cuales 4 han sido en este siglo. Por supuesto, los estados de la Unión Europea están muy bien situados a corto plazo, nos demuestra que en el mundo económico las posibilidades de quiebra están muy presentes.
Es decir, creo que hay demasiada exageración de lo que puede pasar en el mundo económico a corto plazo y sin embargo una confianza optimista en el futuro basada más en nuestra forma de ser, que en razones objetivas.
Dar por hecho que saldremos de ésta, es muy humano y es lo más probable pero puede que sea una osadía, en la historia de la humanidad ha habido periodos de gran retroceso de la calidad de vida y no hace falta irse a la Edad Media.
No debemos caer en el pánico ni colocar en un horizonte cercano algo que -de pasar- sólo pasaría a largo plazo. Pero también creo que conviene recordar que si es cierto que esta crisis se parece a la de 1929 y entramos en una Gran Depresión, podemos estar décadas sin mejorar e incluso podemos llegar a escenarios bélicos o revoluciones sociales que rompan todos nuestros esquemas. Esto es sólo una posibilidad, hoy por hoy, remota o de bajo cumplimiento, pero que podría darse.
Ante la actual situación económica mucha gente ha aclarado muchos conceptos e incluso ha habido bastantes que han pasado de la apatía por los asuntos financieros a crear teorías sobre el por qué y establecer hipótesis de todo tipo sobre lo que vendrá. A mi me agrada que el asunto económico despierte interés y si esta crisis sirve para que estemos mejor formados y mejor informados, a nivel particular y global, eso que habremos ganado. Pero esto es como la bolsa, si no se va en plan humilde acabas escaldado.
En la Gran Depresión se habló de crisis bancaria, unos 10 mil de los 25 mil bancos existentes en 1929 en los EUA desaparecieron durante los siguientes cuatro años, mediante procesos de quiebra, fusión o liquidación.
Con esto quiero decir que, aunque es posible que a largo plazo estemos tan mal es absurdo a corto plazo estar con la cantinela de sacar los ahorros del banco y meterlos debajo del colchón. Ese es un buen ejemplo del pánico que no nos lleva a ninguna parte: ignoro si llegaremos a estar tan mal como en la Gran Depresión pero estamos muy lejos -en el tiempo- de ella.
Por supuesto a corto plazo puedan pasar muchas cosas y muy malas, ya hemos visto que en el primer trimestre de 2009 han perdido su trabajo miles de personas! cada día, sólo en nuestro país, pero hay que diferenciar lo que puede pasar en los próximos meses, (puede que nuevos mínimos bursátiles, puede que haya quiebras bancarias, puede haber deflación etc.), que es para lo que tenemos que estar preparados, a lo que podría pasar si la crisis se alarga mucho en el tiempo, para lo que es inútil prepararse demasiado y caer en el pánico ya que esa actitud negativa no lleva a ninguna parte.
Y es que en el largo plazo lo que puede ocurrir es imprevisible, y me resulta curioso que todos, los optimistas y los pesimistas, están seguros de que vamos a salir de la crisis … unos antes y otros después, pero tienen todos esa cualidad tan humana de pensar que por supuesto iremos a mejor … Y es verdad, nadie piensa… ”dentro de 5 años estaré peor” y eso se traduce en creer que el mundo irá a mejor, hasta el más pesimista lo cree y coincide en que se saldrá de ésta.
Pero, digo que se exagera en la percepción a corto plazo de los problemas que pueden venir, disiento de esa confianza en el futuro. A mi eso me suena como el que dice que a largo plazo la bolsa siempre sube … pero olvida que hay valores que han desaparecido del mapa o incluso, bolsas que se han volatilizado como el mercado de valores ruso tras la Revolución de 1917.
También tenemos una falsa impresión acerca de la fortaleza de los estados, cuando no hace tanto de problemas en los pagos de muchos de ellos, sólo en los últimos 25 años en América: Costa Rica, Argentina (2 veces), República Dominicana, Ecuador, Bolivia (2 veces), Guatemala, Paraguay (2 veces), Panamá, Perú, Uruguay (3 veces), Venezuela (3 veces) han tenido problemas en los pagos de sus deudas, de las cuales 4 han sido en este siglo. Por supuesto, los estados de la Unión Europea están muy bien situados a corto plazo, nos demuestra que en el mundo económico las posibilidades de quiebra están muy presentes.
Es decir, creo que hay demasiada exageración de lo que puede pasar en el mundo económico a corto plazo y sin embargo una confianza optimista en el futuro basada más en nuestra forma de ser, que en razones objetivas.
Dar por hecho que saldremos de ésta, es muy humano y es lo más probable pero puede que sea una osadía, en la historia de la humanidad ha habido periodos de gran retroceso de la calidad de vida y no hace falta irse a la Edad Media.
No debemos caer en el pánico ni colocar en un horizonte cercano algo que -de pasar- sólo pasaría a largo plazo. Pero también creo que conviene recordar que si es cierto que esta crisis se parece a la de 1929 y entramos en una Gran Depresión, podemos estar décadas sin mejorar e incluso podemos llegar a escenarios bélicos o revoluciones sociales que rompan todos nuestros esquemas. Esto es sólo una posibilidad, hoy por hoy, remota o de bajo cumplimiento, pero que podría darse.
martes, 28 de abril de 2009
El mundo de la moda ¿En crisis?
Publicado por: Patricia Sandino Ch.
El mundo fashion, de la moda y las pasarelas, se encuentra en graves aprietos en todo el mundo.
La demanda por trajes de diseñador ha decaído tanto, que incluso éstos han tenido que bajar sus precios a la mitad, dejando un nicho para la chica de clase media que quiera comprar trajes de alta costura que no encontrará en ninguna otra parte con esas marcas de prestigio.
Las pasarelas y anuncios publicitarios también se han visto afectados con la crisis, y en la actualidad, se está viendo cómo las modelos compiten de manera feroz por un trabajo, llegando a cobrar menos de la mitad de sus honorarios de antes, con tal de tener ingresos, después de todo, es mejor algo que nada.
Algunos de nosotros tal vez no sentimos tanto los efectos de la crisis, ya que no vivimos de negocios en la actualidad, y eso quizás nos hace estar un poquito más tranquilos que los empresarios de la moda y otras industrias anexas.
En Milán, París y Nueva York, es increíble cómo todos tratan de optimizar los gastos y costos, reduciendo personal, recortando honorarios y acudiendo a las modelos part time y de bajo costo.
Una lástima que las cosas vayan así, pero bueno, en medio de las crisis están las oportunidades, para innovar y acercar la moda de bajo costo y buena confección, a la gente de clase media, aquella que todavía tiene alguna capacidad de endeudarse y adquirir al menos un par de veces al año, unos cuantos trajes para ir a su trabajo.
Se abren oportunidades para perfeccionar las joyas de fantasía, la industria de los cueros sintéticos, de los zapatos y muchos artículos más.
En medio de la crisis, hay que hacer trabajar la creatividad, así que ánimo ante todo, y a las compradoras, no dejen de vestirse bien, recuerden que la imagen dice más que mil palabras, y es en estos momentos cuando mejor deben lucir, si quieren ser bien cotizadas por el mercado, recuerden el dicho ese “como te ven, te tratan”.
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El mundo fashion, de la moda y las pasarelas, se encuentra en graves aprietos en todo el mundo.
La demanda por trajes de diseñador ha decaído tanto, que incluso éstos han tenido que bajar sus precios a la mitad, dejando un nicho para la chica de clase media que quiera comprar trajes de alta costura que no encontrará en ninguna otra parte con esas marcas de prestigio.
Las pasarelas y anuncios publicitarios también se han visto afectados con la crisis, y en la actualidad, se está viendo cómo las modelos compiten de manera feroz por un trabajo, llegando a cobrar menos de la mitad de sus honorarios de antes, con tal de tener ingresos, después de todo, es mejor algo que nada.
Algunos de nosotros tal vez no sentimos tanto los efectos de la crisis, ya que no vivimos de negocios en la actualidad, y eso quizás nos hace estar un poquito más tranquilos que los empresarios de la moda y otras industrias anexas.
En Milán, París y Nueva York, es increíble cómo todos tratan de optimizar los gastos y costos, reduciendo personal, recortando honorarios y acudiendo a las modelos part time y de bajo costo.
Una lástima que las cosas vayan así, pero bueno, en medio de las crisis están las oportunidades, para innovar y acercar la moda de bajo costo y buena confección, a la gente de clase media, aquella que todavía tiene alguna capacidad de endeudarse y adquirir al menos un par de veces al año, unos cuantos trajes para ir a su trabajo.
Se abren oportunidades para perfeccionar las joyas de fantasía, la industria de los cueros sintéticos, de los zapatos y muchos artículos más.
En medio de la crisis, hay que hacer trabajar la creatividad, así que ánimo ante todo, y a las compradoras, no dejen de vestirse bien, recuerden que la imagen dice más que mil palabras, y es en estos momentos cuando mejor deben lucir, si quieren ser bien cotizadas por el mercado, recuerden el dicho ese “como te ven, te tratan”.
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EL MUNDO DE LA MODA ¿ EN CRISIS ?
Publicado por: Patricia Sandino Chiari
El mundo fashion, de la moda y las pasarelas, se encuentra en graves aprietos en todo el mundo.
La demanda por trajes de diseñador ha decaído tanto, que incluso éstos han tenido que bajar sus precios a la mitad, dejando un nicho para la chica de clase media que quiera comprar trajes de alta costura que no encontrará en ninguna otra parte con esas marcas de prestigio.
Las pasarelas y anuncios publicitarios también se han visto afectados con la crisis, y en la actualidad, se está viendo cómo las modelos compiten de manera feroz por un trabajo, llegando a cobrar menos de la mitad de sus honorarios de antes, con tal de tener ingresos, después de todo, es mejor algo que nada.
Algunos de nosotros tal vez no sentimos tanto los efectos de la crisis, ya que no vivimos de negocios en la actualidad, y eso quizás nos hace estar un poquito más tranquilos que los empresarios de la moda y otras industrias anexas.
En Milán, París y Nueva York, es increíble cómo todos tratan de optimizar los gastos y costos, reduciendo personal, recortando honorarios y acudiendo a las modelos part time y de bajo costo.
Una lástima que las cosas vayan así, pero bueno, en medio de las crisis están las oportunidades, para innovar y acercar la moda de bajo costo y buena confección, a la gente de clase media, aquella que todavía tiene alguna capacidad de endeudarse y adquirir al menos un par de veces al año, unos cuantos trajes para ir a su trabajo. Se abren oportunidades para perfeccionar las joyas de fantasía, la industria de los cueros sintéticos, de los zapatos y muchos artículos más.
En medio de la crisis, hay que hacer trabajar la creatividad, así que ánimo ante todo, y a las compradoras, no dejen de vestirse bien, recuerden que la imagen dice más que mil palabras, y es en estos momentos cuando mejor deben lucir, si quieren ser bien cotizadas por el mercado, recuerden el dicho ese “como te ven, te tratan”.
El mundo fashion, de la moda y las pasarelas, se encuentra en graves aprietos en todo el mundo.
La demanda por trajes de diseñador ha decaído tanto, que incluso éstos han tenido que bajar sus precios a la mitad, dejando un nicho para la chica de clase media que quiera comprar trajes de alta costura que no encontrará en ninguna otra parte con esas marcas de prestigio.
Las pasarelas y anuncios publicitarios también se han visto afectados con la crisis, y en la actualidad, se está viendo cómo las modelos compiten de manera feroz por un trabajo, llegando a cobrar menos de la mitad de sus honorarios de antes, con tal de tener ingresos, después de todo, es mejor algo que nada.
Algunos de nosotros tal vez no sentimos tanto los efectos de la crisis, ya que no vivimos de negocios en la actualidad, y eso quizás nos hace estar un poquito más tranquilos que los empresarios de la moda y otras industrias anexas.
En Milán, París y Nueva York, es increíble cómo todos tratan de optimizar los gastos y costos, reduciendo personal, recortando honorarios y acudiendo a las modelos part time y de bajo costo.
Una lástima que las cosas vayan así, pero bueno, en medio de las crisis están las oportunidades, para innovar y acercar la moda de bajo costo y buena confección, a la gente de clase media, aquella que todavía tiene alguna capacidad de endeudarse y adquirir al menos un par de veces al año, unos cuantos trajes para ir a su trabajo. Se abren oportunidades para perfeccionar las joyas de fantasía, la industria de los cueros sintéticos, de los zapatos y muchos artículos más.
En medio de la crisis, hay que hacer trabajar la creatividad, así que ánimo ante todo, y a las compradoras, no dejen de vestirse bien, recuerden que la imagen dice más que mil palabras, y es en estos momentos cuando mejor deben lucir, si quieren ser bien cotizadas por el mercado, recuerden el dicho ese “como te ven, te tratan”.
martes, 21 de abril de 2009
Claves para entender la crisis financiera
Publicado por: Patricia Sandino Ch.
Claves para comprender la crisis financiera mundial
La historia del desastre que acabó con toda una manera de hacer negocios en los EE.UU.
“Somos invencibles”. La frase se la suelta el joven corredor de bolsa Buddy Fox, protagonista del filme Wall Street (1987), a un abogado al que quiere convencer de meterse en un negocio sucio, pero sirve no solo para ilustrar la arrogancia con la que el ciudadano común suele asociar al hombre de finanzas de Manhattan sino que, por estos días, resulta irresistiblemente irónica. “Invencibles”. Los yuppies también lloran.
¿Qué ha pasado en Wall Street y en los EE.UU. que se ha traído abajo a cientos de corporaciones y ha acabado con la vanidad de los Buddy Fox del siglo XXI? Todo parece haber empezado cuando en 2001, luego de los atentados del 11 de setiembre, la Reserva Federal (FED) redujo su tasa de interés (de 6.5% a 1%) con el fin de facilitar los créditos, poner dinero en la calle y reactivar la economía norteamericana.
TODO SE COMPRA. Probablemente, el sector que más creció con esta medida fue el inmobiliario. Los bancos te daban dinero a manos llenas para que compraras tu casa. Como era previsible, ante la demanda, el precio de las viviendas empezó a subir, lo que llevó a muchos a la especulación: uno se endeudaba para comprar una casa, esperaba que subiera el precio, la vendía, con ese dinero pagaba la deuda y se endeudaba de nuevo para comprar otra y así… El fenómeno es conocido como ‘burbuja inmobiliaria’ e hizo ricos a muchos.
Una de las formas de crédito que se dio en esta época fueron las hipotecas subprime, que consistían en prestarle dinero a una persona con un mal historial crediticio. Resultaba rentable para las financieras porque, luego de unos primeros años de intereses bajos, estos subían y eran muy altos. No había preocupaciones. Se creía que los precios de las viviendas seguirían creciendo.
Sin embargo, como suele ocurrir, la fiesta duró poco. A partir de 2004, la FED empezó a subir la tasa de interés como una medida para frenar la inflación. Obtener créditos ya no fue tan fácil, la demanda de viviendas cayó y, con ella, los precios y entonces, la burbuja se desvaneció. Sufrieron los especuladores, quienes ni siquiera poniendo como garantía sus propiedades podían honrar sus deudas. Sufrieron, por supuesto, los deudores de las subprime. Y pronto sufrieron todos.
Entre 2005 y 2006, la explosión de la burbuja se fue tumbando no solo a las financieras –que no podían cobrar sus créditos hipotecarios y a las que les era cada vez más difícil obtener sus propios préstamos– sino, también, a las inmobiliarias y a las empresas constructoras. El 2006 terminó con medio centenar de financieras en bancarrota y con un millón 200 mil embargos.
EN MANHATTAN… La crisis de las hipotecas penetró en Wall Street de diversas maneras. Una de ellas, claro, fue que las compañías quebradas no podían pagar sus deudas con los grandes bancos. Pero el contagio se dio, sobre todo, a través de bonos de alto riesgo.
¿Qué es un bono? Es el título de una deuda que emite una empresa a cambio de dinero en efectivo. La empresa se compromete a que, al cabo de un tiempo, devolverá a los inversionistas su capital más los intereses.
En los años previos, a los genios de Wall Street se les había ocurrido que las financieras podían emitir bonos que estuvieran respaldados por las hipotecas subprime, y que resultaban muy suculentos por sus altos intereses. Pero, como ya vimos, la gente dejó de pagar. Y el valor de los bonos se desplomó.
Solo en el último trimestre de 2007, Citigroup, el mayor banco comercial de los EE.UU., había perdido US$9,800 millones a causa de títulos comprometidos con las hipotecas subprime. En abril de este año, Bear Stearns, el quinto banco de inversión de Norteamérica, tuvo que admitir que debía US$48,000 millones, dinero que estaba en bonos subprime. Un mes después lo compró el JP Morgan antes de que se declarara en bancarrota.
HECATOMBE. Dicen que si China se resfría, el resto del mundo estornudará. La imagen es más actual que nunca en las finanzas globales. El virus de las subprime enfermó a cientos de bancos en todo el planeta, sobre todo a los europeos que, tras complicadas operaciones financieras, también tenían plata amarrada a los bonos enfermos.
Pero, sin duda, los más golpeados fueron los emblemáticos bancos de inversión de Wall Street, como Lehman Brothers, que se declaró en bancarrota el lunes, y Merril Lynch, que fue comprado por el Bank of America antes de que hiciera lo mismo. Semanas antes, los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac tuvieron que ser ’salvados’ por el Gobierno debido a que su caída iba a afectar al 50% del mercado de viviendas de los EE.UU. Mucho se escribe hoy día sobre lo que ocurrirá con el negocio inmobiliario en el futuro, y mucho también sobre el rumbo que seguirán los bancos de inversión, que apostaron a unos créditos poco confiables y perdieron e hicieron perder a otros. “Somos invencibles”, dijo Buddy Fox hace 21 años. Si existiera en la vida real, tendría que tragarse sus palabras.
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Claves para comprender la crisis financiera mundial
La historia del desastre que acabó con toda una manera de hacer negocios en los EE.UU.
“Somos invencibles”. La frase se la suelta el joven corredor de bolsa Buddy Fox, protagonista del filme Wall Street (1987), a un abogado al que quiere convencer de meterse en un negocio sucio, pero sirve no solo para ilustrar la arrogancia con la que el ciudadano común suele asociar al hombre de finanzas de Manhattan sino que, por estos días, resulta irresistiblemente irónica. “Invencibles”. Los yuppies también lloran.
¿Qué ha pasado en Wall Street y en los EE.UU. que se ha traído abajo a cientos de corporaciones y ha acabado con la vanidad de los Buddy Fox del siglo XXI? Todo parece haber empezado cuando en 2001, luego de los atentados del 11 de setiembre, la Reserva Federal (FED) redujo su tasa de interés (de 6.5% a 1%) con el fin de facilitar los créditos, poner dinero en la calle y reactivar la economía norteamericana.
TODO SE COMPRA. Probablemente, el sector que más creció con esta medida fue el inmobiliario. Los bancos te daban dinero a manos llenas para que compraras tu casa. Como era previsible, ante la demanda, el precio de las viviendas empezó a subir, lo que llevó a muchos a la especulación: uno se endeudaba para comprar una casa, esperaba que subiera el precio, la vendía, con ese dinero pagaba la deuda y se endeudaba de nuevo para comprar otra y así… El fenómeno es conocido como ‘burbuja inmobiliaria’ e hizo ricos a muchos.
Una de las formas de crédito que se dio en esta época fueron las hipotecas subprime, que consistían en prestarle dinero a una persona con un mal historial crediticio. Resultaba rentable para las financieras porque, luego de unos primeros años de intereses bajos, estos subían y eran muy altos. No había preocupaciones. Se creía que los precios de las viviendas seguirían creciendo.
Sin embargo, como suele ocurrir, la fiesta duró poco. A partir de 2004, la FED empezó a subir la tasa de interés como una medida para frenar la inflación. Obtener créditos ya no fue tan fácil, la demanda de viviendas cayó y, con ella, los precios y entonces, la burbuja se desvaneció. Sufrieron los especuladores, quienes ni siquiera poniendo como garantía sus propiedades podían honrar sus deudas. Sufrieron, por supuesto, los deudores de las subprime. Y pronto sufrieron todos.
Entre 2005 y 2006, la explosión de la burbuja se fue tumbando no solo a las financieras –que no podían cobrar sus créditos hipotecarios y a las que les era cada vez más difícil obtener sus propios préstamos– sino, también, a las inmobiliarias y a las empresas constructoras. El 2006 terminó con medio centenar de financieras en bancarrota y con un millón 200 mil embargos.
EN MANHATTAN… La crisis de las hipotecas penetró en Wall Street de diversas maneras. Una de ellas, claro, fue que las compañías quebradas no podían pagar sus deudas con los grandes bancos. Pero el contagio se dio, sobre todo, a través de bonos de alto riesgo.
¿Qué es un bono? Es el título de una deuda que emite una empresa a cambio de dinero en efectivo. La empresa se compromete a que, al cabo de un tiempo, devolverá a los inversionistas su capital más los intereses.
En los años previos, a los genios de Wall Street se les había ocurrido que las financieras podían emitir bonos que estuvieran respaldados por las hipotecas subprime, y que resultaban muy suculentos por sus altos intereses. Pero, como ya vimos, la gente dejó de pagar. Y el valor de los bonos se desplomó.
Solo en el último trimestre de 2007, Citigroup, el mayor banco comercial de los EE.UU., había perdido US$9,800 millones a causa de títulos comprometidos con las hipotecas subprime. En abril de este año, Bear Stearns, el quinto banco de inversión de Norteamérica, tuvo que admitir que debía US$48,000 millones, dinero que estaba en bonos subprime. Un mes después lo compró el JP Morgan antes de que se declarara en bancarrota.
HECATOMBE. Dicen que si China se resfría, el resto del mundo estornudará. La imagen es más actual que nunca en las finanzas globales. El virus de las subprime enfermó a cientos de bancos en todo el planeta, sobre todo a los europeos que, tras complicadas operaciones financieras, también tenían plata amarrada a los bonos enfermos.
Pero, sin duda, los más golpeados fueron los emblemáticos bancos de inversión de Wall Street, como Lehman Brothers, que se declaró en bancarrota el lunes, y Merril Lynch, que fue comprado por el Bank of America antes de que hiciera lo mismo. Semanas antes, los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac tuvieron que ser ’salvados’ por el Gobierno debido a que su caída iba a afectar al 50% del mercado de viviendas de los EE.UU. Mucho se escribe hoy día sobre lo que ocurrirá con el negocio inmobiliario en el futuro, y mucho también sobre el rumbo que seguirán los bancos de inversión, que apostaron a unos créditos poco confiables y perdieron e hicieron perder a otros. “Somos invencibles”, dijo Buddy Fox hace 21 años. Si existiera en la vida real, tendría que tragarse sus palabras.
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